El beso del adiós
(Es muy dulce ver llegar la muerte mecido por las plegarias de un hijo.
SCHILLER, Friedrich von)
Con ansias de retenerte en mi cielo
un último ósculo dejé en tu frente,
te miré y supe que estabas ausente,
bañada por la luz, alzaste el vuelo.
Un te amo quedó inquieto en el anhelo
y en aquel amanecer abstinente,
saberte en mí viva, fue el aliciente
y al recordarte encontraré consuelo.
Allá donde el amor es invencible
y donde se une eterno lo incorpóreo,
allá estas, vives, cual hilo invisible.
Susurrando el viento en tu mausoleo,
seca las gotas del dolor tangible
y deja el sueño, de un nuevo alboreo.
HoneyRocío
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Yasmina-Beverly -