A ti, mi Caballero
Soñé con mi caballero, ese de brillante armadura, espada blanca, gentil, hermoso.
Soñé con nuestro encuentro en la época de dragones, ogros y hermosos castillos.
Nuestro amor surgió y de ese sueño nacieron estos versos.
A ti, mi Caballero
Heme aquí gentil caballero, señor de blanca espada
heme aquí señor de cielos, sin escudo y esclava
A sus pies dejo una flor, un poema y un beso
no traigo oro, ni posesiones, solo un corazón tierno,
que versa sincero, pero no así de escasos tesoros.
Heme aquí señor, a sus pies y le imploro
posada y protección de los dragones y ogros.
Su valor es mucho, su corazón gran tesoro
si con ellos forja mi escudo no temeré a ninguno.
¡Heme aquí, Señor!
Rey del sol, fantasías y mil tesoros,
posada y protección os suplico
soy su esclava, por su corazón, valor y juicio.
Si por tener tan poco su amor, su castillo
y protección desmerezco, ¡Oh, Mi Señor!
solo déme cariño y como blasón lo ondearé al infinito.
Heme aquí, buen señor, todo os entrego y a sus pies quedo
seré en silencio quien espera el sonido de vuestro te quiero.
1 comentario
NILDA -
muy dulce y tierno tu poema.
besitosss
NILDA