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Ecos Del Alma

La visita inesperada

La visita inesperada Abrió su computadora y se dispuso a escribir la nueva novela, empezarla siempre se le había hecho fácil.
“El me abia avisado, llegaba en el tren de las cinco. Acia cinco años que no lo veía.
¿Cómo estaría, más flaco, más viejo, canoso, gordo? ”
Dejo el teclado y encendió un cigarrillo, miraba fijamente el humo como si en él encontrara nuevas ideas para su novela. Surgiéndole una idea volvió a su teclado y cuanta no seria su sorpresa, allí alguien que no era él había escrito:
-Ya me cansé, no soporto más estupideces. ¿Quién te ha dicho que eres escritor?
¡Analfabeto! Ni siquiera sabes escribir.-
Sorprendido y aterrado leyó y releyó, ¿quién le había escrito eso? No se atrevía a borrarlo, pero tenía que terminar la novela, su editor le exigía la obra o si no le cancelaría el contrato.
Aunque sus manos temblaban borro lo que alguien había escrito y siguió su novela.
“Estaba ansioso por ver a su padre, estos años de silencio no lo perdonaba, él tendría que explicarle porque abia engañado a su madre. Su traición la consumió, por él oy estaba muerta.”
En eso momentos la computadora enloqueció, las letras aparecían solas y de nuevo recibió un mensaje:
- ¡Analfabeto!, deja de dañar el idioma. ¿Cómo es que te leen, cómo pueden soportarte?
¿Escritor?, Jajaja.-
Ya más que asustado estaba enojado, ¿Cómo se atrevía? Sea quien sea se había pasado.
y sin más le escribió:
- ¿Quién rayos eres?, ¿Cómo te atreves entrar en mi PC?-
-¿Quién soy? puedes estar seguro alguien que no te soporta. ¿Quién te crees que eres escritor de pacotilla?-
-¿Escritor de pacotilla?, ¿Yo?, Yo soy un gran escritor, un novelista famoso. ¿Tú quién rayos te crees, maldito?
-Yo, soy Doña H, vives ignorándome, ¡Analfabeto!
-¿Doña H? No te conozco. Y deja de insultar, mal nacida.
-Ya sé que no me conoces. Jajaja, si eres un ignorante. Suerte que tienes de que corrigen tus novelas, si no fuese así, jamás hubieses triunfado.
-¡Ya está bien!, ¡Sal de mi PC!
-¿Qué salga? ¡Jamás! O aprendes a usarme o te haré la vida imposible.-
El novelista empezó a tener una ligera sospecha.
-¿Doña H?, ¡eres una letra!
-Sí, la letra H y no sé porque me ignoras.
-Jajaja, pero si eres muda. ¡Estoy chateando con una letra! ¡Es la locura!
-Locura es tu ortografía. ¿Qué decides, me usas o te haré vivir un tormento?
-Me caes bien, perdona. Te creí innecesaria, por lo muda. ¡Cálmate!
aremos un trato, tú me corriges y así iré aprendiendo a usarte. ¿Estas de acuerdo?
-Bueno, es un trato. Me usas y no te molestaré. Otra cosa, tengo muchas hermanas y hermanos, evita molestarlos o también te harán la vida difícil.- y diciendo esto todo desapareció, salvo lo que el escritor había escrito para su nueva novela.
El escritor miro la pantalla y vio como las haches aparecían donde se necesitaban. Sonriendo encendió un cigarrillo y pensando en la ocurrido decidió cambiar su novela.
Le pareció más gracioso escribir un cuento donde Doña H seria la protagonista.

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